lunes, 25 de septiembre de 2023

Inconsciente Colectivo y los Arquetipos

¿Qué es un Arquetipo?

Un arquetipo es un modelo o ejemplo de ideas o conocimiento del cual se derivan otros tantos para modelar los pensamientos y actitudes propias de cada individuo, de cada conjunto, de cada sociedad, incluso de cada sistema.

El concepto de arquetipo fue introducido por el psicólogo suizo Carl Gustav Jung como término dentro del campo de lo psíquico. La existencia del arquetipo solo puede ser inferida, ya que es por definición inconsciente; pero las imágenes arquetípicas acceden a la consciencia y constituyen nuestro modo de percibir el arquetipo. Ellos entonces aparecen en forma de imágenes.

Los arquetipos se manifiestan a través de nuestras proyecciones, lo que nos permite inferir su presencia. Las estructuras arquetípicas aparecen en el hombre a través de formas determinadas: en las mitologías, en las leyendas, en los sueños, en ciertos deseos colectivos. Los hombres compartimos una serie de experiencias que han quedado, por su naturaleza colectiva, incorporadas en la memoria de la humanidad como patrones de comprensión de la realidad.

Son las imágenes primordiales, los símbolos universales con los que hacemos una conexión con dimensiones de las que no somos conscientes. Son los patrones de energía que expresamos tan espontáneamente como los instintos. Son las máscaras que usamos para representar un papel. Son la fachada que exhibimos públicamente para dar una imagen favorable y ser aceptadas socialmente. Podemos usar diferentes máscaras en diferentes circunstancias, una con la familia, otra en el trabajo, otra con las amigas, etc. Aunque las máscaras pueden ser provechosas o nocivas, permiten obtener beneficios, igualmente nos podemos fusionar demasiado con una de ellas dejando de lado las demás y no permitiendo que se manifiesten equitativamente todas los aspectos de nuestra personalidad.

Es decir un Arquetipo, representa modelos de ser y actuar que reconocemos a partir del inconsciente colectivo que todos conocemos.


El inconsciente colectivo y los arquetipos


El inconsciente colectivo es la región de la estructura de la mente más profunda y de mayor importancia para Jung. Es la fuente de toda la energía psíquica, incluida la consciencia, y es la parte básica de la libido. Posibilita que el sujeto se ponga en contacto con las fuerzas cósmicas (No en vano se ha considerado a Jung como el primer psicólogo transpersonal).  Contiene toda la herencia espiritual de la evolución de la humanidad, las grandes "imágenes primordiales" de cómo las cosas han sido para la humanidad, y aparece nuevamente en la estructura cerebral de los sujetos.  El inconsciente "objetivo" es el inconsciente colectivo, al contener la misma información heredada para todos los sujetos, frente al inconsciente personal que es de tipo "subjetivo" al contener las experiencias y deseos personales de la vida particular de cada uno.

Las imágenes primordiales son los "arquetipos". Los arquetipos, los define Jung , como formas o imágenes de naturaleza colectiva, que dan casi universalmente como constituyentes de los mitos y, al propio tiempo, como productos individuales autóctonos de origen inconsciente. Los arquetipos son los patrones fundamentales de la formación de símbolos que se repiten en los contenidos de la mitología de todos los pueblos de la historia de la humanidad. De los arquetipos dependen las últimas y más profundas motivaciones de la mente y la conducta humana individual y colectiva. Las pautas culturales en última instancia dependen de los arquetipos. Son los substratos universales y perennes de toda la vida psicológica individual y colectiva. El núcleo central de los significados contenidos en los arquetipos no son definibles por ser esencialmente inconsciente, por lo que solo se pueden circunscribir la forma de sus contornos a través de los mitos, leyendas, religiones y otras actividades humanas colectivas e históricas.

Jung identifica varios arquetipos en la humanidad. Entre estos está el arquetipo de Dios. A partir de la adoración al Dios-sol que da calor y luz, las religiones han simbolizado de manera distinta a Dios. Para Jung el hecho de que existan los arquetipos como universales inconscientes, no determina la no existencia real de lo simbolizado en los mismos. El arquetipo del héroe o de Dios, no niega o afirma la existencia misma de los héroes o de Dios. El problema para Jung, no era confirmar o negar los símbolos como algo con realidad externa a la mente, sino como la mente ya lleva pre configurada la posibilidad de creación de símbolos a partir de los arquetipos del inconsciente colectivo. Jung estaba interesado por las expresiones universales de la mente, no por el misticismo ajeno a esta.

Es así como los dioses de cada panteón pagano, y hasta el dios cristiano obedecen a esta estructura básica representativa e impersonal. Los seres humanos entendemos a la divinidad y le ponemos un nombre, ropas y formas, y por esta razón los dioses de áfrica visten y se ven como africanos, y los dioses celtas visten y se ven como celtas, no obstante aun separadas por kilómetros, las mitologías tienden a seguir ciertas pautas en cuanto a las funciones de los dioses.

La divinidad, es una unidad formada de polaridad, activa y pasiva, como los extremos de un imán positivos y negativos, en términos energéticos. Esta polaridad se encuentra representada en todas las cosas en los diferentes planos, desde la energía a hasta la sexualidad animal y humana, expresándose en el plano material como sexos en los seres vivos, y es por esta razón que los seres humanos creamos dioses y diosas que van en función de un rol de género definido Dicho así, esta es la razón por la cual el paganismo, y en especial la Wicca tiende a aprender del comportamiento de la naturaleza, llevándolo a un plano de existencia humano para el mejoramiento del individuo. El orden natural, ese orden perfecto que nos rodea, es una clara expresión de las fuerzas creadoras que hemos llamado dioses, y una clara guía hacia el orden esotérico natural, que, entre más se profundiza, más enseñanzas nos brinda.

No existen mandamientos en la Wicca, y no los existieron entre los paganos, el concepto del pecado, vició la virtud de la ética, convirtiendo al comportamiento productivo ( no lo llamaremos bueno o malo) en una obligación externa, y no una práctica y convicción interna. A pesar de la no existencia de los mandamientos, siempre entre los pueblos y religiones paganas existieron exhortaciones éticas y morales, que han sido fuente de sabiduría para el iniciado y aun hasta para el profano, y es precisamente en esas exhortaciones morales que se basan los mandamientos cristianos, tergiversando el sentido sugerente de las principios paganos. Tales principios eran estudiados y practicados en los templos por los sacerdotes y sacerdotisas de los dioses de la sabiduría y la justicia transmitidos a vulgo de una forma que no invadiese el albedrío humano. No hace falta apegarse a un libro para que el conciencia interna, nos dicte qué es dañoso y qué no lo es, y es por eso que los dioses de la naturaleza son maestros personales en la wicca, enseñándonos desde los hechos del mundo, sin palabras, sin libros , sin obligar a nadie.

Así pues el ser humano dedujo las cualidades de los arquetipos que estaban presentes en determinadas actividades, creando un mito y un personaje que personificara el principio arquetípico.

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